“Los dragones emergieron como inmensas ballenas. Por
un instante sus poderosos cuerpos se suspendieron fuera del mar, giraron y se
zambulleron detrás de ella con estruendo. La entrada al agua fue perfecta”
Con estas primeras líneas Leo Batic ya nos sumerge en un mundo fantástico. Un mundo que se mezcla con el real en cortes muy pronunciados de la historia. Tanto la Europa a punto de entrar en la segunda guerra, como la actualidad anclada en nuestro país (Argentina) son los puertos elegidos por las hadas y su mitología.
Como detrás de un telón camuflado este universo de criaturas vive, trabaja y se desarrolla en las sombras de una humanidad que, salvo excepciones, es incapaz de ver.
En “Heredero de las hadas, el último reino” el escritor deja llevar su mano para mostrarnos un mundo en conflicto. Nos trae, como muchos otros autores, el límite a punto de explotar, la gran pelea universal entre el bien y el mal. Lo malvado enquistado en un hada maldita y el salvador, esta vez en versión femenina, que debe hacerse cargo de su destino.
Leo Batic suma una basta cultura lectora y une personajes trazados por otras plumas. Brujas, enanos, orcos, elfos y demás seres fantásticos navegan por este libro. Sin embargo, la historia no es una reproducción de las otras, no es un repetir información. Batic toma estos instrumentos para tallar su propio relato.
Las partes donde la trama nos lleva a la Polonia de 1939 son las más complicadas del libro. A gusto personal, tanta descripción desacelera, traba y desorienta al lector. Aunque, sin ir tanto a los detalles, uno puede entender lo que sucede.
En cambio, cuando la historia pasa por la heroína, sus tías y su adolescencia, el contorno enriquece aquello que se lee. Los problemas comunes de una chica a esas edad, se fusionan con la necesidad de crecer de golpe y responder a las presiones que se descubren a su alrededor (algo que suele pasar en la realidad de muchos chicos, quienes también muchas veces se ven obligados a salvar “sus” mundos).
Me gusta la capacidad de unir cada condimento en pos de lo que nos quiere mostrar. La forma de ir administrando la información y la idea de ir madurando con el texto.
Todo parece indicar que el heredero de las hadas tiene mucho más para ofrecernos…
Con estas primeras líneas Leo Batic ya nos sumerge en un mundo fantástico. Un mundo que se mezcla con el real en cortes muy pronunciados de la historia. Tanto la Europa a punto de entrar en la segunda guerra, como la actualidad anclada en nuestro país (Argentina) son los puertos elegidos por las hadas y su mitología.
Como detrás de un telón camuflado este universo de criaturas vive, trabaja y se desarrolla en las sombras de una humanidad que, salvo excepciones, es incapaz de ver.
En “Heredero de las hadas, el último reino” el escritor deja llevar su mano para mostrarnos un mundo en conflicto. Nos trae, como muchos otros autores, el límite a punto de explotar, la gran pelea universal entre el bien y el mal. Lo malvado enquistado en un hada maldita y el salvador, esta vez en versión femenina, que debe hacerse cargo de su destino.
Leo Batic suma una basta cultura lectora y une personajes trazados por otras plumas. Brujas, enanos, orcos, elfos y demás seres fantásticos navegan por este libro. Sin embargo, la historia no es una reproducción de las otras, no es un repetir información. Batic toma estos instrumentos para tallar su propio relato.
Las partes donde la trama nos lleva a la Polonia de 1939 son las más complicadas del libro. A gusto personal, tanta descripción desacelera, traba y desorienta al lector. Aunque, sin ir tanto a los detalles, uno puede entender lo que sucede.
En cambio, cuando la historia pasa por la heroína, sus tías y su adolescencia, el contorno enriquece aquello que se lee. Los problemas comunes de una chica a esas edad, se fusionan con la necesidad de crecer de golpe y responder a las presiones que se descubren a su alrededor (algo que suele pasar en la realidad de muchos chicos, quienes también muchas veces se ven obligados a salvar “sus” mundos).
Me gusta la capacidad de unir cada condimento en pos de lo que nos quiere mostrar. La forma de ir administrando la información y la idea de ir madurando con el texto.
Todo parece indicar que el heredero de las hadas tiene mucho más para ofrecernos…
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