Cuando uno tiene mucho para decir
y no dice nada, la nostalgia de algo que pudo haber sido sobrevuela los
pensamientos. Error común, aunque terrible. Nadie puede añorar que podría haber
sido, en el caso que hubiera hecho tal o cual cosa, en determinado momento.
Nosotros somos nuestras propias acciones y decisiones, pero también tenemos la
posibilidad de parar un segundo (cada vez que nos vemos envueltos en días y
noches similares donde la “Falta” es algo angustiante) y cambiar el curso aunque
sea en un pequeñismo ángulo.
El mayor interrogante es como
hacerlo y la mayor complicación es no tener una respuesta única tal receta o
medicamento. No sólo en general, sino también en particular, porque esa “Falta”
muta en diferentes instancias de nuestras vidas.
Tal vez, y esta es mi opinión
elaborada simplemente por la búsqueda de algo más (inconstante, pero búsqueda
al fin), es eliminar los sueños de “algún día” y transformarlo en “hoy” estoy
escribiendo u “hoy” estoy filmando u “hoy” hablo con algún amigo sobre mis
problemas, etc. Desde lo más complejo a lo más simple o viceversa. El realizar
aquello que nos gusta, que nos divierte, que nos hace sentir bien. Pensar que
cuando una situación nos amarga el día o nos hace sentir desganados,
simplemente nos esta ayudando a ver que cosas no queremos, para poder
contrarrestarla con una acción o una palabra.
El no poder implica, tener miedo.
Y el miedo (se los digo por experiencia) es un sentimiento que se manifiesta en
hechos cotidianos (tener miedo a: haber
cerrado mal una puerta, haber mandado mal un mail, haber dicho algo que haya
molestado, haberse equivocado en el trabajo. Como verán siempre es el “Haber”,
que en este caso implica suponer. Porque cuando algo realmente sale mal,
siempre lo resolvemos).
Por eso mismo, saber que el miedo
es simplemente un sentimiento, nos va a permitir aislarlo. No eliminarlo porque
eso es imposible y no sirve, pero si utilizarlo a nuestro favor y no utilizarlo
como excusa (directa o indirectamente).
Cada momento critico es una
posibilidad. Al sufrir la Guerra Civil Española, Picasso decidió pintar el
“Gernica”. O por ejemplo, Cortazar escribió “Circe” para exorcizar sus ataques
de Pánico. Siempre hay que buscar la forma de expresar nuestras necesidades,
porque es la única manera de no lamentarse, de no guardarse nada y de decidir
por uno mismo.
Creo que la próxima llegada de
Matias (mi hijo), me ha permitido comenzar a excavar un poco más en mi interior
y empezar a conocer mis fundamentos, de que estoy hecho. Dejar de lado sueños
por si solos y convertirlos en lo que me gusta hacer.
Tomen estas palabras de la manera
que mejor les sirva y piensen al final del día antes de irse a dormir, que
cosas los pusieron contentos. Esas son las que deben seguir.
Sebastian Burecovics
Estoy completamente de acuerdo con vos, bure... Es por eso que hace mucho tiempo atrás, decidí dejar de entrar en esos "What If" infinitos que uno suele hacerse en la cabeza, ante decisiones que a veces no solemos comprender y aceptarlas en el momento en que ocurren. Y jamás tener miedo; es redundante pero es una sola vida como para desperdiciarla teniendo miedo...
ResponderEliminarAbrazo!
Martin.-
Muchas gracias por las palabras!!! Es difícil no tener miedo, el tema es en qué lugar lo colocamos y la importancia que le damos.
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