martes, 8 de mayo de 2012

Post 0

“Ahora, después” era una composición de palabras muy usada por mí. Solía ser una respuesta, una intención o una simple definición.

Con el tiempo, y mucho trabajo encima, dejé de usarla. La guardé en el tintero, en el cajón de abajo, en la cajita de metal heredada de alguna abuela o como a ustedes les guste llamarlo. Recién volví a desempolvarlo en el último mes y fue cuando la idea de este blog me vino a la cabeza.

Tanto facebook como twitter fueron un despertar de conciencia, un desabroche espiritual donde dejé que los dedos se desahogaran a su antojo. Sumergí mi adicción a las palabras, al pronunciarme, al contar que pensaba, que quería, que opinaba y lo hice (casi) sin restricciones.

Algunos les gustó, a otros les pareció demasiado, y para unos fue una mancha más en la cantidad de mensajes que aparecían en su ordenador (me gusta como las traducciones españolas le dicen a las computadoras).

Ante tanta fluidez, un algo fue tomando forma. Unas ganas de escribir un poco más (luego del olvidado blog “El aplauso” al que nunca le tuve mucho interés).

Revisando textos viejos, pero estos guardados en archivos de la PC, me di cuenta que había toda una etapa de mi vida en la cual encapsulé los pensamientos. Toda una sección a la que bien podía llamar “ahora, después”.

Las ganas que tenía de hacer, el empuje que me daba la constancia, el trabajo y la creatividad (el ahora); mucho tiempo fue dominado por una pared construida por miedos, ansiedad y hasta pánico (el después).

La imaginación puede ser constructiva o destructiva. Y si la llevás a un pensamiento oscuro, donde uno es el responsable de todo, donde la culpa de “lo malo que vendrá” cae como un martillo sobre la cabeza, es evidente que la trituradora no te va a dejar funcionar.

Pero… nada es tan determinante y los seres humanos además de falibles, tenemos la condición de buscar agua aún en los pozos más secos. Muchos de los textos que pondré aquí hablarán de esa desesperación. Otros van a intentar encontrar explicaciones. Varios sólo serán ideas sueltas que fueron surgiendo.

Y como esto es “ahora, después” y el tiempo no se detiene, la idea es escribir también desde el hoy, desde lo que surja en cada momento.

Es mi placer. Son mis ganas. Y es mi blog. El que quiera leerlo, que lo lea; el que no, no. Me va a gustar más si lo hacen, claro que si, pero estoy escribiendo para subsistir, para usar mi linda imaginación (¡que es lo mejor que tengo!).

4 comentarios: