viernes, 25 de octubre de 2013

Rene Yucaran

El otro día estaba buscando un viejo acordeón de juguete que tenía, uno que estaba roto aunque no mucho (o eso quiero creer) y que habíamos guardado en la baulera.
Todos sabemos que las bauleras son un mundo aparte, un universo diferente al que transitamos, un cementerio de cosas que viven con la esperanza de ser resucitadas. Valijas viejas con panzas llenas de artefactos rotos. Porta retratos con fotos que dejaron huella y ya no hace falta mirar. Sillas que quedaron huérfanas de culos. Veladores sin sonrisas. Muebles desmontados, sin identidad. Y trofeos que debieron acostumbrarse a la intrascendencia. 
Pero en las bauleras también hay tesoros. Tesoros ocultos bajo escombros de polvo que esperan ser descubiertos. O elijen ser descubiertos (nunca supe exactamente cómo funcionan).
Yo fui el otro día buscando un viejo acordeón y entre el buceo, entre la palanca de brazos, encontré un cuaderno... O un libro... O un cuaderno que podría llegar a ser un libro... Lo raro es que no era mío, ni de mi mujer, ni de nadie de la familia. Estaba entre nuestras cosas, si. Pero no nos pertenecía (tal vez ahora un poco, pero sólo como espectadores).
René Yucarán. Ese nombre figura en la primera hoja. 
Un oficinista que trabajaba en una fábrica de cajones. Un escritorio. Hojas. Sellos. Luz de tubo. Teléfono de disco. Baño chico. Dos abrochadoras. Y las llaves para el archivo donde guardaban los papeles. 
Y en medio de ese cuarto, de esa vida, un piso de madera que rechina. Una tabla que se levanta y una luz que pega de lleno en los ojos.
Eso es todo lo que voy a decirles por ahora. Todavía no logro entender la magnitud de lo que cuenta. Del hallazgo. Si me animo, de a poco, con tiempo, les iré transcribiendo las páginas que leo.
No creo que sea un comienzo. Una continuidad, eso sí. Eso podría ser...

viernes, 27 de septiembre de 2013

El Bure homenajea a Tato #4


Intenté dejar pasar las elecciones. El horno no estaba para bollos (como dicen las abuelas) y les di tiempo para que se reacomodaran, sin molestarlos demasiado. Así que simplemente me dediqué a pasear por la ciudad, evitando ser atropellado o insultado por alguien, cuando de repente me crucé con D’Elia que repartía panfletos con la siguiente consigna: “Si no te conozco, te odio. Y si te conozco también”.  Me acerqué, le palmeé el hombro al ritmo de “¿cómo está Luis?” a lo que al darse vuelta me tiró una trompada al grito de: “¿y vos quién sos, golpista? ¡Comunista de nariz roja! ¡Marciano invasor! ¡Vendedor de biblias en mal estado!” Eludí el golpe y me alejé lo más rápido que pude, mientras el hombre cambiaba de panfleto por uno que decía: “Nunca menos” para luego subirse a su auto último modelo.
Para bajar los decibeles decidí ir a tomar algo. Caminé buscando un bar lindo cuando, como si fuera una foto de la revista Para Ti,  me encontré con Diego Santilli y Florencio Randazzo tomando el té y sentados en la mesa pegada a la vidriera. Entré para saludarlos. - Hola, Don Bure, ¿cómo anda todo? ¿Quiere tomar algo con nosotros? -No, está bien, gracias. En un rato tengo que dar una charla en un colegio.
Santilli me miró, se rio y después contestó: “despreocúpese, seguro que está tomado por los chicos. Entre los paros docentes y las tomas, tienen más vacaciones que clases”. -¿Ustedes no deberían preocuparse por eso? -Me ofende, Don Bure, nosotros defendemos nuestra educación. -¿Nuestra? -Sí, la de nuestros hijos. Después que cada uno se ocupe de la suya, ¿o se piensa que somos Papá Noel?
Intenté alejarme poco a poco, así evitar verterle la tetera hirviendo en la cabeza, cuando Randazzo me tomó del brazo y con una sonrisa sarcástica me dijo: “¿vio lo que es darle poder a estos? Nada que ver con nosotros. Sino mire lo bien que nos ocupamos de los trenes desde que nos hicimos cargo hace un año” -¿Y con los otros 10 qué pasó? -Ahora me doy cuenta, la culpa es suyo Don Bure, siempre tan negativo. Los años se cuentan desde el momento que nosotros queremos, que no necesariamente tiene que ser el tiempo real. ¿Te diste cuenta Diego?, estos tipos no entienden nunca.
En ese momento me alejé del todo para no ajusticiarlo con unos croissant, mientras me gritaba: “Si quiere le consigo una entrevista con la presidente. Ella siempre habló con todo el mundo. Bah, desde ahora que para nosotros es desde siempre. ¿Entendió  eso o no lo entendió? Si no le mando el instructivo que…” Y por suerte no escuché más. Preferí no tomar nada y me fui al súper para comprar cosas para la casa. Ese día me tocaba cocinar. Llegué a la góndola de las pastas cuando escuché el siguiente estertor: “Yo me los como crudos”. Miré hacia el costado y la vi a Lilita Carrió que hablaba por celular, pero mirando a la comida. No sé si se refería a las próximas elecciones o le estaba hablando a los ravioles. Tampoco quise indagar.
Tomé la calle más vacía que encontré, intentando no cruzarme más con nadie, pero no pude evitar saludar a mi amigo José Yomecreotodoloquedicenlaspublicidadesporqueasilavidaesmejor que trataba de comerse el afiche de un alfajor. Este tenía la foto de una modelo casi desnuda encima. Debajo la siguiente frase: “Alfajores Manolete. Compralos y disfruta de su… dulce de leche”
Así que queridos chamanitos, tengan cuidado, junten coraje, maní con chocolate y ¡wash and wear para todos!

martes, 11 de junio de 2013

El Bure homenajea a Tato #3


Era domingo, cerca de las diez de la noche y no sabía qué hacer. Podía quedarme en casa viendo el partido o a Lanata, pero las dos cosas eran un dolor de huevos. Así que me puse mi gorro de cosaco, me ajusté los tiradores, me acomodé la corbata y enfilé para uno de mis sitios preferidos: la Casa Rosada. En la puerta me atendió un granadero que tenía pegado en el sombrero un aviso publicitario: “Morenocard, la única tarjeta que no tiene interés. Salvo el interés de hacer lo que sea para no largar más la maquinita de hacer billetes”. ¿Cómo está Don Bure?, me preguntó. ¿Viene a tomar las medidas para cuando se mude? Y por lo bajo me dijo: seguro que cuando usted sea Presidente nos vamos a reír todos. Le agradecí, también susurrando, y le expliqué que quería ver a Randazzo. Ni bien terminé de pronunciar su nombre, como si fuera un ninja, apareció el ministro tras una nube de humo. Don Bure, ¿cómo anda tanto tiempo? ¿Cómo está Susú y los chicos? Mire que por acá pensamos quedarnos mucho tiempo, eh. No se preocupe, Florencio, todavía no pienso mudarme. Sólo quería hacerle una consulta. Note su cara de preocupación, así que la solté lo más rápido que pude: ¿cómo explica el gobierno el enriquecimiento de Lázaro Báez? Fácil Bure, respiró aliviado. Ganó 3 quinielas, 4 gordos de navidad y 12 rifas de la cooperadora. Sonreí de costado, incliné la cabeza y pregunté: ¿Y el del vicepresidente? ¡Ja! Él ganó exactamente lo mismo, me respondió bailando un break dance. OK, ¿y cuál es la explicación con Crist…? Todos, absolutamente todos, tenemos demasiada suerte en el azar. Fueron sus últimas palabras antes de esfumarse como un gran mago, sin dejar rastros. Saludé al granadero y fui caminando para el lado de casa. En eso me cruzo con mi amigo Emilio Festejolanavidadcomouncampeonato, que estaba vendiendo banderitas con la inscripción: “Lo más importante del fútbol no es ganar, es ver sufrir al otro”. Me quiso regalar una, pero se la devolví para que no gastara en papel higiénico. Avancé unas cuadras más y me encontré a María Eugenia Vidal, la vice jefa de gobierno. Estaba viendo cómo terminaban de refaccionar unas calles, antes de volver a romperlas y arreglarlas de nuevo. Es que tenemos tanto presupuesto que no sabemos qué hacer, me confió al oído. Y por qué no lo gastan en salud y educación. Porque la salud va y viene, y la educación sin plata no sirve. Mejor que sigan creciendo las escuelas privadas que además le dan trabajo a la gente. Como dudaba entre putearla y felicitarla por su convicción al boludeo, decidí que era hora de volver a casa. Me tomé un colectivo que repartía instrucciones sobre cómo sobrevivir a un apocalipsis zombie (más fácil que sobrevivir a un accidente de tránsito) y llegué con el sueño listo para irme a dormir. Así que queridos chamanitos, tengan cuidado, junten coraje, maní con chocolate y ¡wash and wear para todos!

lunes, 20 de mayo de 2013

Petit Reportage #11


Con Ary nos conocemos hace mucho tiempo. Primero en coincidir algunos pasillos de la vida, después del club, de la secundaria, del fútbol y terminamos en el mismo grupo de amigos. Cuando lo conocí no entendía cómo podía hablar con todo el mundo. Con los años me di cuenta que lo hacía por una simple razón, no tenía miedo a burlarse de si mismo. Quien encuentra esa veta tiene un poder ilimitado, porque al no quedar mal parado difícilmente te tumben.
Ary es el tipo con más cultura que conozco, a eso le agrega el explicarte las cosas con la sencillez de un almacenero y no tener problemas al reconocer cuando algo excede sus conocimientos. Tres factores que raramente se ubican en una misma persona.
Pero sobre toda las casas, Ary es de esos que están siempre. Para acompañar, para ayudar y para devolverte paredes tanto en el fútbol como en el humor. Es por eso que sus amigos queremos verlo contento y feliz, porque se lo merece.
Creo que con tanta introducción pocas palabras quedan para explicar el por qué de esta entrevista. Yo los invito a conocerlo, a leerlo, escucharlo y entender los motivos por los cuales me fui hasta la cancha donde iba a jugar, con una hoja y una birome en la mano. Pasamos la decena de reportajes y este ser tenía que estar dentro del 11 inicial.

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Profesor universitario y vendedor de artículos de promoción publicitaria. Soltero. Lector y degustador del arte en casi todas sus formas. Deportista. Vicios venales varios, todos legales. Señas particulares: algunas más que otras (camisas “locas” incluidas).

1 -      ¿Qué te gustaba hacer de chico/a? ¿Cuáles de esas cosas todavía hacés?
Imaginar escenarios imposibles en mundos posibles. Jugar, en sus variadas presentaciones: deportivas, con elementos de mesa, cantar sin voz bajo la ducha (el agua se desviaría en caso de no implementar esta opción; quienes han tenido la desgracia de escucharme saben a qué me refiero) y con otros niños (los hijos de mis amigos o familiares).

2 -      ¿Cómo son tus peores miedos? (ideas, formas, sensaciones, etc.)
El descontrol, la ausencia de libertad y el desorden manifiesto me generan molestias físicas. Los accidentes vehiculares me perturban por la estupidez que llevan implícita –el 99% no son accidentes por evitables– y me generan un estado de atención constante que se torna en hastío al prolongarse. Las alabanzas de más de cinco personas a la vez me generan cosquilleos de incomodidad incontrolable (“¿Por eso el sexo grupal es algo infrecuente en tu vida?”, pregunta uno. “Sin comentarios”, ¿responde? el entrevistado).

3 -      ¿Qué sueño sí o sí tiene que salir de la cajonera?
Una serie de elementos relacionados con la escritura. De forma simplificada sería vivir con, para y, principalmente, de ella. Hay otros, pero son todos fácilmente realizables y no tan complejos como el mencionado.



Nueva Función

Ya estuvimos el sábado en otra hermosa función y volvemos a estar el próximo con un número nuevo estrenado para la ocasión! Nos vemos el 25/5 (bien patriotas!) en una nueva Belleza Varieté junto a La Concesionaria.
Elpidio González 2764 / Villa del Parque. 22:30 hs. Entrada $30
Reserven, vengan, divertansen! Risas para todos!


lunes, 13 de mayo de 2013

El Bure homenajea a Tato

Nueva sección en este blog que tiene más secciones que post. Nueva sección nacida en Facebook y que tendrá allí su publicación y aquí su re publicación. Nueva sección que arranca no de uno, sino de dos.
Mi humilde homenaje a un ser maravillosamente claro, que interpretó la realidad como nadie.
Cada día se te extraña más!



1-
El otro día caminaba por el centro y me encontré con Guillermo Moreno. Me miró medio de costado, dudando por mi nariz roja, y me dijo: usted no traerá un micrófono don Bure. No, Guille, no sea tan persecuta. Le dije mientras le hacía señas a los muchachos de la camioneta para que apagaran todo. Mire don Bure, yo ya no confió en nadie. Ya descreo de la política. Es más estoy pensando en cambiar, hasta me gustaría ser clown como usted. No se preocupe Guille, si usted ya es todo un payaso. No vio como lo reta la presidenta? Aprovechando que no me entendió lo que le dije, le di un besito en el bigote, le pegué un sticker que decía "el 2000 nos encontrará unidos, dominados o dominados por los unidos" y me fui a ver a Macri. En el camino me encontré con mi amigo jubilado José Sacocréditosparapagarlosremedios González que llevaba una pancarta con su nuevo lema: Con cautelares o sin cautelares lo único que ahorro son pesares. Llegué a lo de Mauricio y toqué timbre. Salió cantando "Uno, dos, tres, ultraviolento" y antes de que le preguntara algo me gritó: esa vereda es mía, mía y solo mía. Fuera Bure! Salí corriendo sin esperar los palazos y me crucé con mi amigo Carlos Tecruzohastaunafamiliadepatitos Perez que casi me atropella con su auto. En vez de patente tenía un cartel con la siguiente frase: Primero yo, segundo yo, tercero yo y si no te gusta te dejo marcada las gomas en la frente.
Volví a casa, saludé a mi mujer, a mis hijos y me encerré dos horas en el baño para calmarme. Así que queridos amigos, tengan cuidado, junten coraje, maní con chocolate y wash and wear everybody!

2-
Arranqué para el lado del ministerio de economía y en la puerta me crucé con el viceministro. Axel, le grité para que me viera. Se dio vuelta y lo encaré: le puedo hacer una pregunta? No, Bure, usted también? Qué quiere saber del blanqueo de capitales? Lo único que me blanqueo son los dientes y a veces. Yo lo que quería saber es si su apellido es Kinchilof o Kicillof, así se cómo decirle. Bure, me dijo mientras me regalaba un sticker que decía “el que apuesta al dólar pierde, porque no les vamos a dejar ninguno”, mientras no me putee dígame como quiera. Lo insultan mucho en la calle?, le pregunte preocupado. Sí, pero ese no es el problema, igual tengo vidrios polarizados. El tema es cuando ELLA me llama a las 3 de la mañana para cagarme a pedos. No sabe, don Bure, nos trata como si fuéramos alumnos de primaria. Parece Jacinta Pichimahuida, pero del apocalipsis. Ya no sé si soy  Cirilo o Palmiro Caballasca… Como lo vi tan angustiado, le hice unos masajes en las patillas y me fui a ver a la pitonisa del siglo 21, Elisa Carrió. Tuve que sortear varias calles rotas y varios carteles del PRO que decían “Esto lo construimos entre todos, así que vaya sacando la chequera”. Saludé a mi amigo barrabrava Emilio Nuncaentendilaleydeloffside Jiménez que me regaló una banderita con la inscripción “no importa el resultado, mientras la caja siga creciendo” y llegué a la casa de la líder espiritual. Ni bien me vio, levantó los brazos al cielo y dijo: Bure, algo terrible va a ocurrir, no creo que pase de este año sin que lo cague una paloma.  Por las dudas di tres giros sobre mi eje y después la miré a la cara. Dígame Lilita, si usted fuera presidenta cuál sería su primera medida? Ella puso los ojos hacia atrás y con vos de ultratumba me contestó: una tormenta levantará vuelo la casa de Dorothy y la alejará de Kansas. Por las dudas, la dejé en mitad del trance y me fui a comprar un alfajor con los 100 pesos que me quedaba. Así que queridos chamanitos, tengan cuidado, junten coraje, maní con chocolate y wash and wear para todos!

lunes, 29 de abril de 2013

El Hombre Lobo vs La Vacuna

Segundo libro para chicos y presentación internacional en la Feria del Libro.

Las fechas en las que estaré firmando ejemplares son:

Domingo 5/5 17 hs.
Domingo 12/5 17 hs.
Stand 306 - Pabellón azul - Editorial Serendipidad

Y también pueden traer a "Drácula va al dentista" para que no se ponga celoso.
Nos vemos!
Saludos y gracias para todos!


viernes, 12 de abril de 2013

Mientras preparamos nuevos contenidos, seguimos actuando.
"La Concesionaria" se presenta esté sábado 13/4 en "Belleza, Varieté" y Bure estará ahí para ser parte del show.
Elpidio González 2764 / Villa del Parque. 22:30 hs. Entrada $30.
Los esperamos con risas risueñas llenas de risotadas!!!


viernes, 15 de marzo de 2013

lunes, 4 de marzo de 2013

Petit Reportage #10


Ella es mi maestra. Y lo digo así, con orgullo. Porque es difícil encontrar alguien que sea excelente en lo que hace y además sepa enseñar. No suelen ser capacidades compatibles. Para eso hay que ser paciente, generoso y saber dónde está el “clic” de cada uno.

Nos juntamos con Julieta Sagitario Carrera antes de empezar un nuevo año de Clown, año que volverá a encontrarnos como alumno y maestra. Ni bien le propuse hacer la entrevista aceptó como un juego más, pero antes de empezar me mandó a correr un rato. Cada tanto gritaba: “publico”, para que mirara proyectado. Una vez que liberé las neuronas y logré el estado, arrancamos con las preguntas y respuestas.

La décima entrevista, un lujo para “Ahora, Después” y para todo aquel que la lea.
Nota: si quieren ver a Julieta en acción, vayan a ver Othelo: todos los jueves 21hs. La Carpintería Jean Jaures 858.

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Me llamo Julieta Carrera y nací hace 31 años en Mar del Plata. Me vine a Buenos Aires a los 22 años a estudiar clown y también porque sentí que era mi lugar para vivir. Toda mi familia está en Mar del Plata, mis 2 hermanos mayores, mis 3 sobrinos y mis papás a quienes agradezco siempre su cariño y apoyo. Soy actriz, payasa, vecina, amiga y muchas cosas más.  Vivo en Villa Crespo y me encanta reír. Tengo un novio que me acompaña en mis sueños y a quien acompaño también. Me gusta comer cosas ricas y abrazar. Ah! y cuando sea grande quiero tener un perro.

1- ¿Qué te gustaba hacer de chico? ¿Cuáles de esas cosas todavía hacés?

Me encantaba jugar a la oficina, crear historias de amor en mi mente, actuar, ponerme sombreros, regar las plantas del patio de mi casa, escribir, empezar un cuaderno nuevo, hablar por teléfono, ir al teatro, viajar en el asiento de atrás del auto y pensar en el amor, mirarme al espejo cuando lloraba y también bailar frente al espejo. Ahora sigo haciendo las mismas cosas, solo que ya no me gusta hablar tanto por teléfono, me divierto más hablando con teléfonos de juguete.

  2- ¿Cómo son tus peores miedos? (ideas, formas, sensaciones, etc.)

Soy miedosa, pero cuando entro en esos pensamientos feos trato de saber que es sólo mi cabeza la que los crea. No quiero tener más miedo. Pero te cuento un secreto: llego a ver una rata y aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhh! (te lo cuento y me tiemblan las patitas)

3-  ¿Qué sueño si o si tiene que salir de la cajonera?

Mi gran sueño es que  mientras esperemos el colectivo o el subte nos abracemos todos los que estamos ahí y que cuando llegue gritemos eeeeeeeeeeeeh! Y entremos todos con una sonrisa.
Mi sueño es que el mundo entero despierte con una sonrisa todos los días. Eso.





miércoles, 27 de febrero de 2013

Un payaso de ciudad: Vacaciones en familia


El fin de semana anterior a irme de viaje me junté con mis amigos a tomar algo y festejar uno de los tantos cumpleaños. Entre pizza y pizza, en el fervor de la charla, miró a quien estaba al lado mío y le hago la clásica pregunta de enero.
-          ¿Y vos, ya te fuiste de vacaciones?
A lo que me responde.
-          ¿Vacaciones? Cuando tenés hijos eso no existe…
Tal afirmación, tal contundencia en la respuesta, me disparó el siguiente artículo, reflexión, pensamiento, tira de asado o como quieran llamarlo. Eso sí, como ya me iba, decidí dejarlo para la vuelta y de paso ver cómo acontecían mis días de descanso. Aquí estamos…
No les voy a dar vueltas, no les voy a vender un interrogante para llegar al final. Algunos me conocen y, más o menos, saben la postura que tengo con respecto al mundo parental. Así que desafiando a aquellos que dicen lo contrario, yo Pablo Sebastián Burecovics (sí, Pablo es mi primer nombre que le vamos a hacer) digo que las vacaciones con hijos EXISTEN. Son un caos, seguro. Te dejan más cansado que el año laboral, probablemente. Te gustaría devolverlos en una encomienda de Fedex pero habría que ver cuánto sale, es una posibilidad. Quisieras tener el cono del silencio, sin duda. Igualmente ¡EXISTEN!
Lo importante, como en casi todas las instancias de la vida, es saber utilizar los recursos. Ver las distintas alternativas y moverse como una gacela que intenta eludir a los hambrientos leones (puede ser que está imagen sea un poco fuerte, pero a diferencia de nuestros hijos los felinos si llegan a cansarse). Kids clubs, colonias, actividades recreativas, son algunos lugares ideados para que los padres puedan hacer siesta. El marketing se ha dado cuenta que un papá al que se le permite dormir durante el día, es una persona feliz y por ende más propicio a premiar a los niños con helado, hamburguesas y fichines.
Lápices de colores y hojas blancas tampoco fallan. Ningún chico se resiste a dibujar, es como que necesitan llenar ese espacio vació. Liberar las mentes de formas y colores, disminuir por un rato esas ganas de perseguir el viento, de buscar las mejores formas de caerse y/o golpearse, para sentarse unos minutos sin que el resorte se active.
También los dispositivos móviles (¡cuánto término para nombrar un aparato!) son de mucha ayuda. Una peli, un jueguito, un video del señor oriental cantando la nueva moda del verano, pueden producir el mismo efecto de atornillarlos a las sillas y reposeras. Aunque en este caso no se recomienda la sobre exposición. Es como cuando uno toma mucho sol y queda medio turulato. El periodo prolongado a estas pantallas hace que olviden algunas palabras, y después le tenés que repetir quince veces las cosas para que puedan articular una respuesta.
Dejemos de lado los recursos escapatorios y afrontemos los hechos. No trabajar implica tener el día libre. Tener el día libre implica estar con tu mujer y tus hijos (por eso se llaman vacaciones familiares). Estar con tu mujer y tus hijos implica hacer también lo que a ellos les gusta. Hacer también lo que a ellos les gusta (aguanten que falta poco) implica negociar situaciones. Y esto es como sentarse con la junta directiva de una empresa, donde están los diferentes accionistas, e intentar llegar a un acuerdo sin que nadie se sienta traicionado o molesto. Porque, seamos sinceros, los berrinches no son exclusividad de los infantes. La única diferencia es que ellos lloran más fuerte.
Llevarlos a comprar helado y no comprar para vos, sabiendo que terminarás cual aspiradora devorando lo que quede en el camino. Perseguirlos para almorzar mientras cualquier otra actividad los invita a resistirse, así sea contar cuántas hormigas caminan por el árbol. Tener el ringtone “comprame, comprame, comprame” clavado en la nuca. Guiarlos al baño cada vez que estás por leer un libro. O buscar convencerlos con que se vayan a dormir temprano, para llegar a la medianoche y perder abruptamente las ilusiones.
Sabemos que no es fácil.
Ahora… Y si les digo risas. Aprendizajes. Verlos despertar, buscarte, encontrarte. Mirarlos jugar. Inventar canciones. Sacar fotos. Preguntarles: ¿cómo la están pasando? miles de veces. Sentir que crecen, que están felices, cuidados. Conocer a los nuevos amigos. Abrazarlos a la mañana, mediodía, tarde y noche. Dejarlos preguntar y comenzar charlas antológicas. Escuchar frases para el recuerdo. Caminar de la mano. Correr con la lengua afuera. Un gracias. Un beso. Un brindis por las vacaciones.
Esto no es Hollywood, no van a encontrar finales felices donde todos vuelven con una casa rodante hecha bolsa, pero descubriendo como ser mejores padres, mejores hijos, mejores personas. No. El regreso se hace tedioso, con ganas de seguir descansando y casi con la misma cantidad de sueño.
La diferencia está en que tuviste quince días para estar con ellos. Sin teléfono de por medio, pensar qué estarán haciendo o contar las horas para volver a casa y poder verlos. Porque, no quiero romperles la ilusión del mundo idílico, si trabajamos durante once meses (y más) es para rescatar un par de semanas en que el universo queda stand by.
Díganme que los vuelven locos, que no saben cómo manejarlos, que les tienen más miedos a los chicos sueltos que a la crisis de los misiles. Pero no se olviden que a partir de los 16, gracias si aceptan pasar el fin de semana con ustedes. Así que aprovechen y no se quejen que para eso siempre hay tiempo.

viernes, 22 de febrero de 2013

La Concesionaria

Bure en "La Concesionaria" junto a Rolete, Asfalto y La Chancha.

Un comienzo alentador de un hermoso sketch que me tocó hacer...


jueves, 21 de febrero de 2013

Te voy a escribir un cuento en Hebraica - parte 2

Nuevo Taller de Escritura Creativa para Chicos. Nuevamente en Hebraica y esta vez para celebrar la Fiesta de Purim.
Sábado 23/2 - 16 horas - Sector de Carpa de Arte.

Vengan a escribir su parte de la historia!



Caperucha Roka

Y sigo con ganas de dibujar...
Una versión propia de la Caperucita de los Hermanos Grimm.


lunes, 28 de enero de 2013

Planta en la Pared

Dibujo hecho con lápices de colores en la pared de la casa de mis viejos, aprovechando el espacio inaugurado por sus nietos...


viernes, 25 de enero de 2013

Una semana de Cuentos


Nueva colección de Ediciones Infantil donde participé con dos cuentos!!!! Aprovechen, compren, lean y compartan con sus niños!!!!


jueves, 24 de enero de 2013

Un payaso de ciudad: Fines de pileta


Sábados y domingos, todos los que padecemos el calor y la podredumbre de la ciudad, nos vamos a la pileta más cercana que tengamos, que podamos o que roguemos. Y mi familia no es la excepción o por lo menos no me dejan serlo.
Cargamos el auto con los bolsos, mochilas, heladerita y bolsas. Siempre en pequeñas cantidades cosa de hacer más dificultosa la tarea. Uno de esas decisiones enigmáticas que se vuelven tradición y se pierde el por qué con el paso de los años.
Hace rato opté por ir directamente en malla a pesar del sistema depilativo le ponen, esa especie de red que reemplaza al calzón. Aguanto, como buen hijo de muslos peludos, con tal de evitar el paso por el vestuario. ¿Quién fue el turro que construyó el primero? ¿Y con qué obsesión los demás mantuvieron el estilo? No me interesa andar viendo pitos ajenos, ni cuerpos deformados por el tiempo y el espacio.
Arrancamos y salimos a cruzar la ciudad, subir a la autopista y rezar porque no haya tráfico, cuando ya sabemos que “sábados y domingos, todos los que padecemos el calor y la podredumbre de la ciudad, nos vamos a la pileta más cercana que tengamos, que podamos o que roguemos.” La mente humana se miente como reflejo a la esperanza… o de tarada nomás.
Tal vez tuviste suerte, saliste muy temprano o se te hizo muy tarde, y tenés un camino bastante despejado. De fondo suena el mismo disco infantil que venís escuchando los últimos sesenta meses, gritos de peleas por quién tiene derecho a pegarle a quién, planificaciones de tu mujer para la próximas diez semanas y el motor de algún reverendo boludo que va en zigzag para llegar veinte minutos antes al mismo lugar de siempre.
Cada tanto algún portal místico se abre, los niños se duermen una siestita y podés hablar con tu mujer sobre todos los temas que venías acumulando desde la primavera del 2005.
Y después de eso llegás, porque no hay mal que dure cien años, buscando ese resquicio donde dejar el auto. A lo lejos ves lo que parece el milagro, el pozo con agua en el medio del desierto, pero el espejismo te revela tres árboles plantados juntos. Puteas mentalmente al jardinero, al que vendedor de abono y a la liga de jubilados amantes de la vegetación.
El mal, que no puede durar ciento veinte años, decide tomarse un descanso por el calor y te permite estacionar. Otra vez a cargar con los bolsos, mochilas, heladerita y bolsas hasta llegar a la pileta y derrumbarlo en la primera silla, mesa o reposera que encuentres a la deriva. Ahora sí, es tiempo de tirarse al agua. No, todavía no. Primero está la protección solar, el mejunje de crema esparcida por mi blancuzco cuerpo que se enreda entre los pelos y la transpiración. Media hora en la que vuelvo loca a mi mujer para que no quede sitio sin untar, evitando así futuras zonas rojas de dolor intenso.
Toalla en mano, panza para dentro, ojotas para no quemarme los pies y una actitud de ganador que miente más que político en declaración jurada. Agito la mano cual diva de televisión saludando a supuestos conocidos, hasta llegar al borde de la pileta…
Un millón quinientos mil seres humanos (calculados perfectamente a ojo) habitan en cada rincón de la misma y se dividen en las siguientes especies: los que salpican intentando nadar, los que salpican intentando jugar con la pelota, los que salpican intentado entrar al agua mientras sufren por lo fría que está, los que salpican intentando salpicar y los que se quedan quietos pispiando culos o criticando las mallas ajenas.
Voy adoptando una forma de S deformada para poder meterme entre la pared y una circunferencia canosa y peluda, sin dejar de auto clavarme cuchillos mentales de por qué siempre me pasa esto a mí. Segundos después recuerdo que “sábados y domingos, todos los que padecemos el calor y la podredumbre de la ciudad, nos vamos a la pileta más cercana que tengamos, que podamos o que roguemos.” Y ahí está lo triste de darse cuenta que UNO no es especial.
Pero cuando logro un sitio para relajarme en contacto con el agua, vienen mis dos hijos más grandes a trepar sobre mi cabeza y así disfrutar de la pileta sin miedo de ahogarse. Lo peor es que estamos en la parte más baja, donde apenas tengo remojadas las rodillas. No importa, ellos harán todo tipo de piruetas para ver quién me estropea la espalda más rápido. Así que encorvado y más jorobado que el de Notre Dame veo que es hora del aquagym y miles de vejestorios se zambullen para salpicar intentando hacer el único ejercicio del año.
Y como el mal no puede durar ciento cincuenta años, la ola que se produce me saca del lugar a puro empujones. Arrastrado por la cerámica caliente llego hasta la pileta para bebés. Miro hacia arriba y veo a mi mujer que aprovecha para meterme, con mi hija más chica, en el sitio más meado del planeta.
Cansado, lejos de estar relajado y con un hambre voraz termino en una reposera destartalada, haciendo equilibrio para no caerme, mientras como los restos de helado que van dejando los chicos. Igual nada es mejor que ese momento. Porque en ese instante en el que estoy rodeado de los que más amo, al aire libre, el sol, los pájaros, los cuerpos enfundados en ropas diseñadas para tres talles menos, los silbatazos de los bañeros, las risas nasales y el aplastante sonido de las fichas de dominó o burako, sueño con que el fin de semana que viene llueva torrencialmente… Y me preparo para otra vuelta a paso de hormiga, sabiendo que “sábados y domingos, todos los que padecemos el calor y la podredumbre de la ciudad, nos vamos a la pileta más cercana que tengamos, que podamos o que roguemos.”

lunes, 21 de enero de 2013

Petit Reportage #9

Cuando comencé con estas entrevistas ya tenía una lista mental de posibles candidatos, gente que siempre valoré (por diferentes motivos) o personas que me parecía interesante conocer un poco más. En este caso, el noveno de la serie, tenemos un invitado que reúne ambas cosas.

A Mauro lo fui conociendo con el tiempo, con las breves charlas y las acciones. Para describirlo diría simplemente que: es quien dice ser. No esconde su sencillez, su sabiduría, su humildad, ni sus ganas de progresar. Hoy, eso es una virtud infinita.
No soy de usar la palabra admiración muy seguido, pero en esta oportunidad bien merecido lo tiene. Por su capacidad de afrontar la vida y de encontrar lo que quiere.

Así que, vía mensajes de Facebook (ya que se encuentra en París) realizamos este reportaje que espero tendrá su continuación en alguno de los dos países, el día que volvamos a encontrarnos.

Los invito a leer, meditar y volver a leer…

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Soy algo coqueto así que no voy a dar muchos datos: nací el 15 de Febrero de 1974 a las 21:45 según consta en mi partida de nacimiento  que debe estar errada por cierto.  La verdad, yo no me acuerdo. Fue en una clínica de San Miguel (creo que se llamaba Sarmiento), provincia de Buenos Aires.
Cuenta la historia que al poco tiempo me llevaron a una casa ruidosa donde 3 hermanos y sus padres (personas increíbles) me malcriaron y dieron todo su amor, cada uno como supo. No me acuerdo mucho más, mi memoria es débil en general pero el sentimiento es fuerte, me saca lagrimas cada vez que pienso en alguna de esas 5 personas maravillosas que la vida me regalo el orgullo de contar en mi familiar. Bueno es cierto que la vida es siempre generosa conmigo,  a lo largo del camino me regalo mucha otra gente maravillosa.

1- ¿Qué te gustaba hacer de chico? ¿Cuáles de esas cosas todavía hacés?

DE TODO! Mi gran dilema siempre ha sido qué hacer primero o por qué no dejar de hacer lo que estoy haciendo para hacer otra cosa todavía más divertida! Ok, pero eso no es excusa para no encontrar algunos hilos conductores… Podría elegir tres:
-          - Inventaba cosas. Si cualquier cosa, desde una nave espacial hecha con latas y palos entre las plantas del jardín hasta un laboratorio hecho con residuos que me traía mi mamá de la farmacia. La paciencia y confianza de mi vieja admirables. ¡No sé cómo me  acompaño en tantas ocurrencias!
-          - Criaba animales: Espero no olvidarme de ninguno por respeto, pero pasaron tantos por mi infancia que no estoy seguro de recordarlos a todos. Obviamente primero mi perrita del alma Nica (si el texto se lee borroso es el cortocircuito en el teclado con el agüita que le está goteando encima). A la lista le podemos sumar patos, teros, tortugas, peces (de todo tipo, gusto y color), hámsteres (tuve más de 200 en un momento) cotorritas australianas, otros pájaros varios, gallinas, gallinas pigmeas, conejos, renacuajos y cuanta cosa tuviera vida.
-          - Artes plásticas: me apasionaba dibujar, hacer esculturas, tallar en madera, tiza, etc. La verdad me parece que voy a empezar mi propio blog para contar todas las cosas que me gustaba hacer de chico (y creo que todavía me gustan). 

     2- ¿Cómo son tus peores miedos? (ideas, formas, sensaciones, etc.)

Si te digo que creo que no soy muy miedoso… ¿Me crees? Soy vueltero si… pero cuando algo me da miedo es la señal perfecta de que lo voy a hacer, me parece que me gusta enfrentarme a mis miedos. SI tengo claro lo que siento cuando me entra el miedo, es una especie de hormigueo en el estómago, una sensación de vacío, como si me cayera en un agujero negro.
Extrañamente, me considero muy poco materialista, sin embargo la inseguridad financiera es uno de los pocos miedos recurrentes. ¿Seré argentino, che?

3-  ¿Qué sueño si o si tiene que salir de la cajonera?

¿El de ahora? ¿El de hace un rato? ¿O el que vendrá?
No sé muy bien. Te cuento un secreto… Pero no digas nada porfa!  Con mis sobris tenemos un grupo privado en Facebook que se llama 40 años soñando. Sí, aunque todavía falta mucho algún día voy a cumplir cuarenta y hay un sueño que me dejé para compartir con ellos al festejarlos. De muy chiquito fui con toda mi familia (Papi, Mami y mis tres hermanos) a ver Holidays on ice al Luna. Fue algo increíble, mágico, una fantasía que nunca había visto. Por muchos años visitar Disney era para mí impensable, pero por alguna razón hace algunos años les dije a mis sobris que si llegaba a los 40 sin hijos me iba con los 7 (bueno ahora ya son 8) a Disney. Quien te dice, tal vez se me da!
 Ese es el sueño de hoy. El que se está gestando es hacer algo en serio por mi país. No sé muy bien porque me encanta ser argentino y me dan algo de pena algunos signos de deterioro en nuestra sociedad, no sé cómo ni cuándo pero… sé que algo voy a empezar a soñar, ¿se animan a soñar algo juntos?



jueves, 17 de enero de 2013

Te voy a escribir un cuento en Hebraica

Este sábado 19/01 voy a dar un taller de escritura creativa para chicos en Hebraica. Es en la zona de la pileta, en el sector de la carpa de arte, a partir de las 15 hs. 
Muy contento de poder dar el taller en mi querido club!!!



jueves, 3 de enero de 2013

Fotosíntesis #1

Ayer se fue "Sinápsis" y hoy llega "Fotosíntesis". El yin y el yang. La vida y la muerte.

Son una serie de imágenes, al estilo de Fotonovelas, que para su primer envío cuenta con dos opciones.

VISITA INESPERADA
Para un público más volado, al que le gusta ir por el lado de la imaginación.


DESPIDO 3.0
Para aquellos que son más concretos o buscan una forma divertida de desvincular gente.


El 2013 está cargado de ideas, es momento de enviarlas al hiperespacio...

miércoles, 2 de enero de 2013

Sinápsis #6

"Sinápsis" una historieta de como funciona mi cerebro, en tres actos!

Y esta vez "Sinápsis" llega a su final. En total llegue a pensar, dibujar y escribir 6 tiras. La idea primaria era que durara mucho más, pero ya no le encontraba la vuelta. Muchas veces los proyectos cortos sirven de punta pie para encontrar caminos más largos. Ya tengo pensadas otras volteretas para seguir dando, estén atentos!!!!

Y gracias "Sinápsis" por ser el primero en este sentido y por ayudarme a ganar el concurso "El último viaje de Elvis".