lunes, 28 de enero de 2013

Planta en la Pared

Dibujo hecho con lápices de colores en la pared de la casa de mis viejos, aprovechando el espacio inaugurado por sus nietos...


viernes, 25 de enero de 2013

Una semana de Cuentos


Nueva colección de Ediciones Infantil donde participé con dos cuentos!!!! Aprovechen, compren, lean y compartan con sus niños!!!!


jueves, 24 de enero de 2013

Un payaso de ciudad: Fines de pileta


Sábados y domingos, todos los que padecemos el calor y la podredumbre de la ciudad, nos vamos a la pileta más cercana que tengamos, que podamos o que roguemos. Y mi familia no es la excepción o por lo menos no me dejan serlo.
Cargamos el auto con los bolsos, mochilas, heladerita y bolsas. Siempre en pequeñas cantidades cosa de hacer más dificultosa la tarea. Uno de esas decisiones enigmáticas que se vuelven tradición y se pierde el por qué con el paso de los años.
Hace rato opté por ir directamente en malla a pesar del sistema depilativo le ponen, esa especie de red que reemplaza al calzón. Aguanto, como buen hijo de muslos peludos, con tal de evitar el paso por el vestuario. ¿Quién fue el turro que construyó el primero? ¿Y con qué obsesión los demás mantuvieron el estilo? No me interesa andar viendo pitos ajenos, ni cuerpos deformados por el tiempo y el espacio.
Arrancamos y salimos a cruzar la ciudad, subir a la autopista y rezar porque no haya tráfico, cuando ya sabemos que “sábados y domingos, todos los que padecemos el calor y la podredumbre de la ciudad, nos vamos a la pileta más cercana que tengamos, que podamos o que roguemos.” La mente humana se miente como reflejo a la esperanza… o de tarada nomás.
Tal vez tuviste suerte, saliste muy temprano o se te hizo muy tarde, y tenés un camino bastante despejado. De fondo suena el mismo disco infantil que venís escuchando los últimos sesenta meses, gritos de peleas por quién tiene derecho a pegarle a quién, planificaciones de tu mujer para la próximas diez semanas y el motor de algún reverendo boludo que va en zigzag para llegar veinte minutos antes al mismo lugar de siempre.
Cada tanto algún portal místico se abre, los niños se duermen una siestita y podés hablar con tu mujer sobre todos los temas que venías acumulando desde la primavera del 2005.
Y después de eso llegás, porque no hay mal que dure cien años, buscando ese resquicio donde dejar el auto. A lo lejos ves lo que parece el milagro, el pozo con agua en el medio del desierto, pero el espejismo te revela tres árboles plantados juntos. Puteas mentalmente al jardinero, al que vendedor de abono y a la liga de jubilados amantes de la vegetación.
El mal, que no puede durar ciento veinte años, decide tomarse un descanso por el calor y te permite estacionar. Otra vez a cargar con los bolsos, mochilas, heladerita y bolsas hasta llegar a la pileta y derrumbarlo en la primera silla, mesa o reposera que encuentres a la deriva. Ahora sí, es tiempo de tirarse al agua. No, todavía no. Primero está la protección solar, el mejunje de crema esparcida por mi blancuzco cuerpo que se enreda entre los pelos y la transpiración. Media hora en la que vuelvo loca a mi mujer para que no quede sitio sin untar, evitando así futuras zonas rojas de dolor intenso.
Toalla en mano, panza para dentro, ojotas para no quemarme los pies y una actitud de ganador que miente más que político en declaración jurada. Agito la mano cual diva de televisión saludando a supuestos conocidos, hasta llegar al borde de la pileta…
Un millón quinientos mil seres humanos (calculados perfectamente a ojo) habitan en cada rincón de la misma y se dividen en las siguientes especies: los que salpican intentando nadar, los que salpican intentando jugar con la pelota, los que salpican intentado entrar al agua mientras sufren por lo fría que está, los que salpican intentando salpicar y los que se quedan quietos pispiando culos o criticando las mallas ajenas.
Voy adoptando una forma de S deformada para poder meterme entre la pared y una circunferencia canosa y peluda, sin dejar de auto clavarme cuchillos mentales de por qué siempre me pasa esto a mí. Segundos después recuerdo que “sábados y domingos, todos los que padecemos el calor y la podredumbre de la ciudad, nos vamos a la pileta más cercana que tengamos, que podamos o que roguemos.” Y ahí está lo triste de darse cuenta que UNO no es especial.
Pero cuando logro un sitio para relajarme en contacto con el agua, vienen mis dos hijos más grandes a trepar sobre mi cabeza y así disfrutar de la pileta sin miedo de ahogarse. Lo peor es que estamos en la parte más baja, donde apenas tengo remojadas las rodillas. No importa, ellos harán todo tipo de piruetas para ver quién me estropea la espalda más rápido. Así que encorvado y más jorobado que el de Notre Dame veo que es hora del aquagym y miles de vejestorios se zambullen para salpicar intentando hacer el único ejercicio del año.
Y como el mal no puede durar ciento cincuenta años, la ola que se produce me saca del lugar a puro empujones. Arrastrado por la cerámica caliente llego hasta la pileta para bebés. Miro hacia arriba y veo a mi mujer que aprovecha para meterme, con mi hija más chica, en el sitio más meado del planeta.
Cansado, lejos de estar relajado y con un hambre voraz termino en una reposera destartalada, haciendo equilibrio para no caerme, mientras como los restos de helado que van dejando los chicos. Igual nada es mejor que ese momento. Porque en ese instante en el que estoy rodeado de los que más amo, al aire libre, el sol, los pájaros, los cuerpos enfundados en ropas diseñadas para tres talles menos, los silbatazos de los bañeros, las risas nasales y el aplastante sonido de las fichas de dominó o burako, sueño con que el fin de semana que viene llueva torrencialmente… Y me preparo para otra vuelta a paso de hormiga, sabiendo que “sábados y domingos, todos los que padecemos el calor y la podredumbre de la ciudad, nos vamos a la pileta más cercana que tengamos, que podamos o que roguemos.”

lunes, 21 de enero de 2013

Petit Reportage #9

Cuando comencé con estas entrevistas ya tenía una lista mental de posibles candidatos, gente que siempre valoré (por diferentes motivos) o personas que me parecía interesante conocer un poco más. En este caso, el noveno de la serie, tenemos un invitado que reúne ambas cosas.

A Mauro lo fui conociendo con el tiempo, con las breves charlas y las acciones. Para describirlo diría simplemente que: es quien dice ser. No esconde su sencillez, su sabiduría, su humildad, ni sus ganas de progresar. Hoy, eso es una virtud infinita.
No soy de usar la palabra admiración muy seguido, pero en esta oportunidad bien merecido lo tiene. Por su capacidad de afrontar la vida y de encontrar lo que quiere.

Así que, vía mensajes de Facebook (ya que se encuentra en París) realizamos este reportaje que espero tendrá su continuación en alguno de los dos países, el día que volvamos a encontrarnos.

Los invito a leer, meditar y volver a leer…

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Soy algo coqueto así que no voy a dar muchos datos: nací el 15 de Febrero de 1974 a las 21:45 según consta en mi partida de nacimiento  que debe estar errada por cierto.  La verdad, yo no me acuerdo. Fue en una clínica de San Miguel (creo que se llamaba Sarmiento), provincia de Buenos Aires.
Cuenta la historia que al poco tiempo me llevaron a una casa ruidosa donde 3 hermanos y sus padres (personas increíbles) me malcriaron y dieron todo su amor, cada uno como supo. No me acuerdo mucho más, mi memoria es débil en general pero el sentimiento es fuerte, me saca lagrimas cada vez que pienso en alguna de esas 5 personas maravillosas que la vida me regalo el orgullo de contar en mi familiar. Bueno es cierto que la vida es siempre generosa conmigo,  a lo largo del camino me regalo mucha otra gente maravillosa.

1- ¿Qué te gustaba hacer de chico? ¿Cuáles de esas cosas todavía hacés?

DE TODO! Mi gran dilema siempre ha sido qué hacer primero o por qué no dejar de hacer lo que estoy haciendo para hacer otra cosa todavía más divertida! Ok, pero eso no es excusa para no encontrar algunos hilos conductores… Podría elegir tres:
-          - Inventaba cosas. Si cualquier cosa, desde una nave espacial hecha con latas y palos entre las plantas del jardín hasta un laboratorio hecho con residuos que me traía mi mamá de la farmacia. La paciencia y confianza de mi vieja admirables. ¡No sé cómo me  acompaño en tantas ocurrencias!
-          - Criaba animales: Espero no olvidarme de ninguno por respeto, pero pasaron tantos por mi infancia que no estoy seguro de recordarlos a todos. Obviamente primero mi perrita del alma Nica (si el texto se lee borroso es el cortocircuito en el teclado con el agüita que le está goteando encima). A la lista le podemos sumar patos, teros, tortugas, peces (de todo tipo, gusto y color), hámsteres (tuve más de 200 en un momento) cotorritas australianas, otros pájaros varios, gallinas, gallinas pigmeas, conejos, renacuajos y cuanta cosa tuviera vida.
-          - Artes plásticas: me apasionaba dibujar, hacer esculturas, tallar en madera, tiza, etc. La verdad me parece que voy a empezar mi propio blog para contar todas las cosas que me gustaba hacer de chico (y creo que todavía me gustan). 

     2- ¿Cómo son tus peores miedos? (ideas, formas, sensaciones, etc.)

Si te digo que creo que no soy muy miedoso… ¿Me crees? Soy vueltero si… pero cuando algo me da miedo es la señal perfecta de que lo voy a hacer, me parece que me gusta enfrentarme a mis miedos. SI tengo claro lo que siento cuando me entra el miedo, es una especie de hormigueo en el estómago, una sensación de vacío, como si me cayera en un agujero negro.
Extrañamente, me considero muy poco materialista, sin embargo la inseguridad financiera es uno de los pocos miedos recurrentes. ¿Seré argentino, che?

3-  ¿Qué sueño si o si tiene que salir de la cajonera?

¿El de ahora? ¿El de hace un rato? ¿O el que vendrá?
No sé muy bien. Te cuento un secreto… Pero no digas nada porfa!  Con mis sobris tenemos un grupo privado en Facebook que se llama 40 años soñando. Sí, aunque todavía falta mucho algún día voy a cumplir cuarenta y hay un sueño que me dejé para compartir con ellos al festejarlos. De muy chiquito fui con toda mi familia (Papi, Mami y mis tres hermanos) a ver Holidays on ice al Luna. Fue algo increíble, mágico, una fantasía que nunca había visto. Por muchos años visitar Disney era para mí impensable, pero por alguna razón hace algunos años les dije a mis sobris que si llegaba a los 40 sin hijos me iba con los 7 (bueno ahora ya son 8) a Disney. Quien te dice, tal vez se me da!
 Ese es el sueño de hoy. El que se está gestando es hacer algo en serio por mi país. No sé muy bien porque me encanta ser argentino y me dan algo de pena algunos signos de deterioro en nuestra sociedad, no sé cómo ni cuándo pero… sé que algo voy a empezar a soñar, ¿se animan a soñar algo juntos?



jueves, 17 de enero de 2013

Te voy a escribir un cuento en Hebraica

Este sábado 19/01 voy a dar un taller de escritura creativa para chicos en Hebraica. Es en la zona de la pileta, en el sector de la carpa de arte, a partir de las 15 hs. 
Muy contento de poder dar el taller en mi querido club!!!



jueves, 3 de enero de 2013

Fotosíntesis #1

Ayer se fue "Sinápsis" y hoy llega "Fotosíntesis". El yin y el yang. La vida y la muerte.

Son una serie de imágenes, al estilo de Fotonovelas, que para su primer envío cuenta con dos opciones.

VISITA INESPERADA
Para un público más volado, al que le gusta ir por el lado de la imaginación.


DESPIDO 3.0
Para aquellos que son más concretos o buscan una forma divertida de desvincular gente.


El 2013 está cargado de ideas, es momento de enviarlas al hiperespacio...

miércoles, 2 de enero de 2013

Sinápsis #6

"Sinápsis" una historieta de como funciona mi cerebro, en tres actos!

Y esta vez "Sinápsis" llega a su final. En total llegue a pensar, dibujar y escribir 6 tiras. La idea primaria era que durara mucho más, pero ya no le encontraba la vuelta. Muchas veces los proyectos cortos sirven de punta pie para encontrar caminos más largos. Ya tengo pensadas otras volteretas para seguir dando, estén atentos!!!!

Y gracias "Sinápsis" por ser el primero en este sentido y por ayudarme a ganar el concurso "El último viaje de Elvis".