viernes, 27 de septiembre de 2013

El Bure homenajea a Tato #4


Intenté dejar pasar las elecciones. El horno no estaba para bollos (como dicen las abuelas) y les di tiempo para que se reacomodaran, sin molestarlos demasiado. Así que simplemente me dediqué a pasear por la ciudad, evitando ser atropellado o insultado por alguien, cuando de repente me crucé con D’Elia que repartía panfletos con la siguiente consigna: “Si no te conozco, te odio. Y si te conozco también”.  Me acerqué, le palmeé el hombro al ritmo de “¿cómo está Luis?” a lo que al darse vuelta me tiró una trompada al grito de: “¿y vos quién sos, golpista? ¡Comunista de nariz roja! ¡Marciano invasor! ¡Vendedor de biblias en mal estado!” Eludí el golpe y me alejé lo más rápido que pude, mientras el hombre cambiaba de panfleto por uno que decía: “Nunca menos” para luego subirse a su auto último modelo.
Para bajar los decibeles decidí ir a tomar algo. Caminé buscando un bar lindo cuando, como si fuera una foto de la revista Para Ti,  me encontré con Diego Santilli y Florencio Randazzo tomando el té y sentados en la mesa pegada a la vidriera. Entré para saludarlos. - Hola, Don Bure, ¿cómo anda todo? ¿Quiere tomar algo con nosotros? -No, está bien, gracias. En un rato tengo que dar una charla en un colegio.
Santilli me miró, se rio y después contestó: “despreocúpese, seguro que está tomado por los chicos. Entre los paros docentes y las tomas, tienen más vacaciones que clases”. -¿Ustedes no deberían preocuparse por eso? -Me ofende, Don Bure, nosotros defendemos nuestra educación. -¿Nuestra? -Sí, la de nuestros hijos. Después que cada uno se ocupe de la suya, ¿o se piensa que somos Papá Noel?
Intenté alejarme poco a poco, así evitar verterle la tetera hirviendo en la cabeza, cuando Randazzo me tomó del brazo y con una sonrisa sarcástica me dijo: “¿vio lo que es darle poder a estos? Nada que ver con nosotros. Sino mire lo bien que nos ocupamos de los trenes desde que nos hicimos cargo hace un año” -¿Y con los otros 10 qué pasó? -Ahora me doy cuenta, la culpa es suyo Don Bure, siempre tan negativo. Los años se cuentan desde el momento que nosotros queremos, que no necesariamente tiene que ser el tiempo real. ¿Te diste cuenta Diego?, estos tipos no entienden nunca.
En ese momento me alejé del todo para no ajusticiarlo con unos croissant, mientras me gritaba: “Si quiere le consigo una entrevista con la presidente. Ella siempre habló con todo el mundo. Bah, desde ahora que para nosotros es desde siempre. ¿Entendió  eso o no lo entendió? Si no le mando el instructivo que…” Y por suerte no escuché más. Preferí no tomar nada y me fui al súper para comprar cosas para la casa. Ese día me tocaba cocinar. Llegué a la góndola de las pastas cuando escuché el siguiente estertor: “Yo me los como crudos”. Miré hacia el costado y la vi a Lilita Carrió que hablaba por celular, pero mirando a la comida. No sé si se refería a las próximas elecciones o le estaba hablando a los ravioles. Tampoco quise indagar.
Tomé la calle más vacía que encontré, intentando no cruzarme más con nadie, pero no pude evitar saludar a mi amigo José Yomecreotodoloquedicenlaspublicidadesporqueasilavidaesmejor que trataba de comerse el afiche de un alfajor. Este tenía la foto de una modelo casi desnuda encima. Debajo la siguiente frase: “Alfajores Manolete. Compralos y disfruta de su… dulce de leche”
Así que queridos chamanitos, tengan cuidado, junten coraje, maní con chocolate y ¡wash and wear para todos!